viernes, 23 de marzo de 2012

¿Asociación de profesionales para quién?

La institución hospitalaria tiene un modo de organización vertical, ya que como institución fue creada muchos años atrás bajo un modelo de jerarquías que de algún modo reproduce el esquema del poder. En esta organización jerárquica uno de los únicos espacios no sujetos a esa verticalidad es la Asociación de Profesionales. Su valor  reside en expresar verdaderamente las necesidades de los profesionales, tanto en relación a la formación e investigación como a sus condiciones laborales. Para esto es necesario garantizar su INDEPENDENCIA de los gobiernos de turno, de la dirección del hospital y de las actuales direcciones de los gremios. Esta independencia también es imprescindible para contribuir a una investigación que no esté subordinada a los intereses de la industria farmacéutica, sino al servicio de las mayorías.


Pero esa independencia, que hoy tiene nuestra Asociación, no es automática: se gana, se conquista, a partir de entender el valor que tiene.
En la mayoría de los hospitales las Asociaciones de Profesionales no han conquistado esa independencia. Son afines a los poderes institucionales y sobre todo al poder de AMM. Una muestra de ello es que no realizan asambleas y no se interesan en generar redes con otras.

Como parte de todo esto la Asociación es también una herramienta clave para la UNIDAD del conjunto de profesionales. En este sentido hemos promovido diversas formas de PARTICIPACIÓN. Entre ellas, la ASAMBLEA es fundamental porque permite el diálogo, el intercambio, los consensos y la resolución a partir de la votación. También ha habido una amplia participación en la propia realización de las últimas jornadas científicas en nuestro hospital.
Los otros espacios del hospital no funcionan así: solo algunos jefes tienen un espacio institucional para ser escuchados. En la Asociación de Profesionales todos los socios son iguales y pueden opinar y votar con la misma jerarquía.


Otras posturas sostienen que la Asociación sólo debe dedicarse a su rol científico. Ocultan que ese rol lejos de ser  “apolítico” o ingenuo, está al servicio de una política. ¿O acaso la investigación al servicio de la industria farmacéutica es, por ejemplo, “apolítica”?
Por otro lado ¿qué organización en nuestro hospital representa los intereses gremiales de los profesionales no incluidos en AMM, médicos y no médicos? ¿Qué sucedería si la Asociación no reflejara y defendiera sus intereses, quién lo haría? Una Asociación que subestime las condiciones de trabajo nos dejaría en una situación adversa para nuestros reclamos y nos desguarnecería frente a un gobierno que va a contramano de las necesidades de la salud pública.

La sensibilidad por lo social no puede reducirse a una declaración de principios, termina siendo oportunista si quienes la declaman no se implican desde su accionar cotidiano en una política de integración con los residentes y con el Escalafón, ya que sabemos que para modificar la realidad actual no se puede si estamos divididos.

Quienes hoy sostienen que la Asociación de Profesionales tiene que volver a ser neutral, apolítica, y dedicarse a la “pura ciencia”, contribuyen a nuestro sometimiento a la política gubernamental, con la cual sabemos que es muy difícil poder hacer “ciencia” en las actuales condiciones laborales y buscan poner paños fríos y frenar nuestros reclamos.


Desde nuestra lista consideramos a la Asociación de Profesionales como un espacio para impulsar tanto la actividad científica del hospital, como una herramienta para la transformación de las condiciones en que trabajamos y producimos esa ciencia. Esto significa un lugar desde el cual favorecer un pensamiento crítico que permita entender cómo la asistencia, la investigación y la docencia están atravesadas por las relaciones de poder; y por lo tanto entender cómo las instituciones reproducen, inexorablemente, los vínculos de alienación y sometimiento que constituyen el paradigma fundamental de la sociedad de mercado en la que vivimos.

Nuestra Asociación es reconocida hoy por su participación activa y comprometida con la defensa de la salud pública, gratuita y universal. Para ello no puede quedarse encerrada en el hospital. Es fundamental seguir creando lazos solidarios con otras organizaciones y trabajar en una red de instituciones, construyendo consensos para la acción, como es la Interhospitalaria.


En ningún otro contexto como la Administración Pública, justamente por esa verticalidad que la caracteriza, la violencia institucional es tan negada y difícil de detectar. Para enfrentar y resolver la violencia institucional y los problemas laborales que de ella se desprenden hace falta por lo menos 3 condiciones: 1- visualizarla; 2- que se demuestre que afecta a mucha gente; 3- que mucha gente crea que puede y debe hacer algo para cambiarla.

En ese sentido decimos que una Asociación de Profesionales no debe ser simplemente un comité de docencia que organiza cursos. Es un espacio que junto con la revista, las jornadas, la biblioteca, tiene que trabajar para visibilizar las condiciones en que trabajamos y producimos ciencia.


Hoy más que nunca necesitamos defender y fortalecer esta Asociación de Profesionales que viene siendo independiente, autónoma respecto a los poderes, con un pensamiento crítico, activa, incorruptible, preocupada por desenmascarar los autoritarismos y por recuperar la palabra al servicio de los profesionales y la salud pública, generando modalidades institucionales e interpersonales más democráticas entre los profesionales y con todos los demás sectores del hospital.
Asistí a la asamblea del 28/3 para que en la elección de la Asociación no haya excluidos ni proscriptos.


LISTA COMPROMISO Y SOLIDARIDAD PROFESIONAL